Xavi Muñoz, nacido en 1975 en Barcelona, es un artista catalán a quien le gusta investigar la participación emocional del público. Sus obras de arte evolucionan en torno a la condición humana. Juega con la relación simbólica del espacio-objeto o el lenguaje de la materia y utiliza elementos recurrentes para transmitir con fuerza su mensaje.
Entre sus exposiciones individuales se encuentran “GEOSMINA”, Galeria L&B, Barcelona (2023), “DREAMS” Essenheimer Kunstverein, Mainz, Alemania (2021), “NOCTURNS”, Museu de Porreres, Mallorca (2020), “HEAVEN”, L&B Gallery, Barcelona (2019); “BUTTERFLIES DREAM”, Galeria N2, Barcelona, (2011) “IN SOMNIS”, Galeria Raquel Ponce, Madrid (2011), “CAPTURA LIBRE”, La Casa Encendida, Madrid (2009), comisariada por Alex Brahim; “PARADISE”, Centro de Arte Cal Massó, Reus, Tarragona, comisariada por Cecilia Lobel (2009); “SLEEPWALKER”, Galeria Raquel Ponce, Madrid (2009); “DREAM HUNTER”, Addaya Centre d’Art Contemporani, Alaró, Mallorca, comisariada por Alex Brahim (2008); “LA LÓGICA DEL DESEO”, Sala Mauro Muriedas, Torrelavega, Cantabria, comisariada por Juanjo Fuentes (2007), y “THIS I HAVE WISHED TO WRITE TO YOU”, Casa de las Conchas, Salamanca, comisariada por Juan Ramón Barbancho (2006).
Entre sus exposiciones colectivas cabe destacar “Fabular un Mundo Diferente”, Centros Culturales de España en Sudamérica ( Perú, Costa Rica, Ecuador, Uruguay) comisariada por Blanca de la Torre (2021) , “Universal Data”, Bienal de Arte Contemporáneo, MACAM, Líbano (2019); “Hybrids“, MUSAC, León, España (2017); “The Ultimate First Experience”, HS-LAB, Hiroshima, Japón (2016); “Intervalo”, Casa Hoffmann, Bogotá, Colombia (2016); “Just mad”, Galeria Addaya, Madrid (2012) ; “NULL”, Le Murate, Florencia, Italia (2010); “ART SHAKE”, Mondo Bizarro Gallery, Roma, Italia (2010); Premi Ciutat de Palma, Casal Solleric, Palma, Mallorca (2010); “SON JÓVENES Y MAESTROS”, Galeria N2, Barcelona (2009); “BLUME”, Galeria Espai B, comisariada por Laura Marte (2007); “MUY FRÁGIL”, MAVA, Museo del Vidrio, Alcorcón, comisariada por Juan Ramon Barbancho (2005); “SITEATIONS / SENSE IN PLACE”, Niland Gallery, Sligo, Irlanda, comisariada por Ana Macleod (2005); “IDENTIMIDADOS”, Ciclo Inéditos, La Casa Encendida, Madrid, comisariada por Cèlia del Diego y Cristian Añó (2002).
Destacan proyectos de arte público como “MEMORIAL”, Caldas de Reis, Galicia (2007); “PUBLIC ART”, Art Públic, Universitat de Valencia (2005) y “MAKE A WISH” y “MEMORY”, proyectos permanentes en proceso que han viajado por Europa y América desde 2003.
Entre las ferias en las que ha participado destacan SWAB (Barcelona), ARCO (Madrid), MARTE (Castellón), SCULTO (Logroño), Pulse (Miami), ZONAMACO (México), Beirut Art Fair (Líbano), Abu Dhabi Art Fair (Emiratos Árabes).
Representado actualmente por L&B Gallery, Barcelona.
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Glitter in My Wound.
Por Mariella Franzoni, Septiembre 2023
Miles de pequeñas, a veces minúsculas, partículas con siluetas irregulares y superficies reflectantes. Creada a partir de la fragmentación de láminas de vidrio, plástico o metal de diferentes colores, la purpurina
reacciona a las caricias de la luz con un brillo que atrapa la vista, entre otros sentidos. Cuanto más diminutas sean las partículas, mayor es su capacidad de dispersarse en el aire y en las superficies, y más
fascinante resulta su habilidad para insinuarse en las sinuosidades y las fisuras de los cuerpos. Ahí se quedan escondidas, hasta revelarse nuevamente despertando fantasías e imaginarios. Una compañera,
Marta Chávez, elogió alguna vez a quienes buscan rastros de brillantina en un cuerpo que ha pasado por la fiesta. Se refiere al glitter que habita las noches relucientes de la utopía queer. Me gusta pensar que
estas noches, con su aliento impregnado de glamour, deseo y melancolía, soplaron estas moléculas de luz hacia el mundo y sus seres más sensibles. Las encontramos, nos sugiere otro poeta, también en
ciertas heridas del cuerpo y del alma.
….to know glitter on a queer is not to dazzle but to
unsettle the foundation of this murderous culture
defiant weeds smashing up through cement
you think Oscar Wilde was funny
well Darling I think he was busy
distracting straight people
Glitter in My Wound, Caconrad
El poema Glitter in My Wound de Caconrad, autor y activista queer conocido por sus “Rituales de Poesía (Soma)tica”, no figuraba entre las referencias literarias de Xavi Muñoz cuando, en 2008, empezó a tejer una
nueva narrativa visual – narrativa íntima, poética y glittery, que se materializó, precisamente, en el uso de la purpurina roja en sus dibujos. Sin embargo, el artista inauguró este inicio con la imagen de una
herida en el cuerpo desde la que goteaba purpurina como si fuera sangre. Esta imagen la encontramos en un retrato fotográfico de Muñoz del 2008 capturado por el dúo catalán Paco y Manolo: sentado en las
orillas de su cama, bajo la penumbra de la tarde, en una posición tensa, curva y pensativa, Muñoz se muestra con una inscripción de purpurina roja en el pecho, que dice “Hurt”. Paralelamente, Muñoz nos
cuenta que dio inicio a su serie Dream Hunter con una obra titulada “Hurt”: un dibujo en blanco y negro en el que una figura humana con cabeza de lobo, nos mira con lánguidez, mostrándonos una herida
sangrienta y goteante de purpurina. Si, en los cuentos populares o infantiles, el lobo siempre encarna una figura ambigua y maligna, en el imaginario de “Hurt”, el sujeto se traviste de lobo para buscar un camino
hacia la curación, pues, “hay ocasiones en las que sólo con el rostro cubierto es posible exteriorizar algunas cosas de nuestro más profundo interior”, sugiere Alex Ibrahim en un texto que comenta la obra de
Muñoz de aquella época.
¿Cómo brillaría hoy toda esta purpurina cuidadosamente pegada al papel, el lienzo y más superficies, si pulimos esas obras del polvo que se ha sedimentado sobre ellas a lo largo del tiempo? ¿Sigue esta herida goteando desconsuelo o la misma purpurina fue sanando ese corte en la piel y el espíritu?
Han pasado 15 años desde ‘Hurt’, y la exposición Domestic Paradise de Xavi Muñoz en la Galleria Guntrian de Barcelona recupera una selección de obras de las series Dream Hunter (2008-2011) y Sleepwalker (2011), para releer sus relatos de ficción, tanto poéticos como eróticos, bajo el prisma del ahora.
Eje central de la producción de la serie Dream Hunter, los trabajos en papel combinan líneas inciertas y borrosas trazadas con la técnica del papel de carbón, con momentos de purpurina roja que destacan elementos en los dibujos: mariposas que susurran palabras, inscripciones lapidarias, mermeladas densas, bocas cautivadoras, arterias que envuelven órganos vitales, o ramas vegetales que se entrelazan en las
camas de los durmientes y sus sueños. La combinación de texto e imagen, mezclando referencias literarias con elementos apropiados del ambiente doméstico y cotidiano, crea relatos extraños y familiares a la vez, que parecen emerger, como sombras arquetípicas, de lo más profundo de nuestros sueños. La nostalgia y la ternura, la fragilidad y la dulzura se entrelazan con un sentimiento de inquietud y suspense. El tiempo anhelado por estas piezas es el tiempo de la sensualidad adolescente, aquella que despierta un deseo nuevo, aquel anhelo poderoso que había sido, hasta entonces, ajeno al espíritu de la niñez. El paraíso doméstico de Muñoz es el universo íntimo de este deseo, lo que el artista llama ‘dreamland’ en algunos de sus títulos: un lugar de imaginación, morada de lo onírico y lo fantasmal.
De la serie Sleepwalker, Muñoz nos presenta obras en las que la narración visual, compuesta por líneas y zonas de color plano en azul o blanco, intercaladas con purpurina roja o negra, se expande sobre lienzos.
Tres pinturas – “The door”, “Prelude” y “Red Shoes” – dialogan entre sí de manera enigmática, como en un rompecabeza por resolver, o una fórmula mágica: una verja cuyo brillo oscuro contrasta con un fondo azul y plano; el gesto sensual de un joven desvistiéndose, sobre un telón de fondo galáctico de purpurina negra; unos zapatos relucientes y rojos en los pies de un cuerpo flotante y suspendido, quizás atrapado por el sueño. Una cuarta pintura, un díptico de gran tamaño titulado ‘Nests’, muestra una silueta negra y reluciente sobre fondo azul, sugiriendo una densa red de ramas con pequeños nidos de pájaros.
Finalmente, dentro del conjunto de obras de ‘Domestic Paradise’, encontramos la pieza ‘InSomnia’, también creada en 2011: una escultura que busca situarnos en la frontera difusa entre el sueño y la vigilia, entre el mundo onírico y la realidad. En esta obra reconocemos la forma de una almohada marcada por la huella abstracta que deja el peso de una cabeza después de una noche de descanso (opesadillas). Esculpida en mármol, esta pieza se presenta como una metáfora de lo contradictorio y lo absurdo, confundiendo nuestros sentidos. Al tocar la dureza de la piedra en contraste con las superficies delicadas, se desvanece la sensación de ligereza, serenidad y encanto que habíamos experimentado inicialmente. Ya no estamos frente a un lugar de descanso, sino ante un emblema de la incapacidad para conciliar el sueño. La sutil ironía que impregna las obras de ‘Domestic Paradise’ se acentúa en esta pieza, que nos confronta con una paradoja y lo inverosímil.
Así pues, como Dorothy en El Mago de Oz, Xavi Muñoz vuelve a ponerse por un momento sus zapatillas de purpurina rojas para recorrer simbólicamente un camino hacia el pasado, a través de la memoria. Golpea las zapatillas tres veces para resurgir su poder mágico. “No hay Lugar como el Hogar”, nos decía la niña al final de la película. Quizás esta verdad sea también la que nos sugiere el artista catalán.